Thursday, July 21, 2005

Las sillas

La neta nomás es para que me den descuentos en el cine y en todos los lugares como Xcaret, Xel-Há y otros parques privados donde en la entrada casi que está el cirujano esperando pa' meterte cuchillo y sacarte un rinón.
El trámite realmente me daba una güeva espantosa, así que cuando me dijo Iván que fuéramos juntos me pareció maravilloso. Para este tipo de cosas suelo necesitar yunta, además de ser fiera defensora del modo de vida del outsider -aunque ahora que veo a mi vecino el pacheco loco que no sale de su casa, estoy considerando seriamente pasarme al bando insider- le tengo tirria a los burócratas que hacen de su miserable vida una extensión de su trabajo ¿ o hacen de su miserable trabajo una extensión de su vida? bueno, como sea. Ya entre dos la tarea parecía menos desagradable, pues el Iván y yo íbamos dispuestos a ver qué tan lejos podíamos llegar con un acta de nacimiento y un comprobante de domicilio...No llegamos muy lejos...No podíamos sacar cuenta en el banco porque no tenemos varo y en el registro civil la gente no trabajó porque se cayó un árbol.

Entonces nos dijeron que volviéramos hasta el lunes.

Todo pintaba para misión fallida.

Cuando llegamos al ife, que está en casa del coño nos sorprendió ver gente sentada y unas puertas cerradas al fondo del cuarto.

Cuando salió un personaje y empezó a dar papeles yo me imaginé la típica ficha de turnos con el número 100000084954547583593 y van en el 5, como cuando beetlegeuse lo intercambia con el jíbaro sin que éste se de cuenta y mientras se le hace pequeña la cabeza su voz se vuelve aguda y bajita jajajajaja me gusta esa peli....ja...ja...ja!

Bueno aquí no había jíbaros a quienes joder, nomás gente acalorada. Casi todos los presentes se acercaron al susodicho personaje y él daba indicaciones a diestra y siniestra.
Yo, por supuesto mandé al Iván a la vanguardia y porque es un maestro en las artes de la chakalez. Nos metieron al cuarto misterioso del fondo.

Ahí es donde estaba la acción realmente, todos los burócratas, sus chompus, gente tomandose la foto y desde luego: ¡Las sillas!

Las sillas de plástico blancas, ésas que te da la corona o la cuauhtémoc-moctezuma cuando haces una fiesta y te sacan de tantos apuros (porque te las quedas oj cors) bueno, ahí estaban Las sillas repartidas por todo el lugar, ocupadas algunas, pero todas como ejército bien organizado.
En realidad eran ellas quienes estaban a cargo.

Tú eras en función de la silla que ocuparas, además estaban como por rangos y había que recorrerse si se quería llegar aganar el juego.

Como no nos habíamos dado cuenta, llegó el personaje burócrata y agitando su folder nos ordenó algo que, más bien se nos hizo absurdo "recórranse" nos dijo. Iván y yo nos vimos con cara de" ¿te cae? " y empezamos a jugar a Las sillas ahí en la oficina. La selección musical y paisajística era bastante diversa y poco escogida; ruidos de computadoras, gente hablando de Emily, una señorita de sombrero vaquero rosa que combinaba con su short rosa, una de las mujeres que atendía una computadora del ife con su escote recortado en forma de óvalo y dejando ver sus protuberancias al aire acondicionado, unos chavitos lindos frente a nosotros, los papeles que se le cayeron al Iván cuando se movió hacia la silla contigua por estar viendo a los chavitos y buscando un kleenex parta limpiarse el sudor y salir bien en la foto al mismo tiempo, el vato de junto que me escuchó decir "José Candelario Tres Patines" y me dijo que se llamaba Candelario a lo que respondí que si le gustaba su nombre y si tenía otro...todo esto sucedía mientras avanzábamos un lugar en Las sillas pero nadie quitaba ninguna...

Cuando llegamos al final nos pasaron con unos tipos de camisetas grissinstitucional (como el de la de las boobs) y nos tomaron las huellas dactilares de ambos índices con una máquina de tecnología digital, nos sacaron la fotografia contra fondo blanco de tela arrugada, nos hicieron firmar digital y analógicamente, nos dieron un papel diciéndonos que el 20 -a mí- y en 25 días -a Iván- fuéramos a recoger la credencial. Salimos no sin antes despedirnos de Las sillas y prometernos sacar todas las credenciales que podamos.

Así que en 20 o 25 días tendremos el chance de volver a divertirnos!!! (Eso si no nos sacamos otra antes),
.
la plastita evocando al pichón





1 comment:

Anonymous said...

Casi estoy leyendo cuando Joseph K. se encuentra con que el cuartucho del pintor de burócratas daba a un largo pasillo lleno de sillas y gente esperando.